Sobre Nosotros

La creación de Presinserción Fumus Boni Iuris nace de una convicción profunda: toda persona, incluso en su momento más oscuro, conserva una chispa de dignidad y un potencial de transformación. Lo que nos inspiró fue la experiencia de años trabajando dentro del sistema penitenciario, viendo de cerca las carencias estructurales, la soledad institucional y el abandono social que sufren quienes están privados de libertad. Frente a eso, decidimos unir nuestras trayectorias profesionales y humanas para construir una alternativa: un espacio de acompañamiento real, profesional y humano, que ofreciera no solo asistencia legal o programas de reinserción, sino también esperanza, escucha y oportunidades concretas.

El nombre Presinserción Fumus Boni Iuris une dos conceptos clave de nuestra filosofía: Presinserción representa la preparación activa, consciente y digna de la persona privada de libertad antes de su salida, para que su integración en la sociedad no sea solo formal, sino transformadora y sostenible. Fumus Boni Iuris, expresión jurídica en latín que significa “apariencia de buen derecho”, refleja nuestra creencia en el principio de presunción de dignidad, humanidad y posibilidad. Aun en las situaciones más difíciles, creemos que hay señales de justicia, de bondad y de futuro posible. Nuestra historia no empieza con una organización: empieza con personas que decidieron no rendirse frente a la exclusión. Y hoy seguimos construyendo una sociedad más justa, paso a paso, historia a historia.

Humanizamos a quienes han sido olvidados

Cuando decimos que "humanizamos a quienes han sido olvidados", hablamos de mirar más allá del delito, del expediente o del prejuicio. Significa reconocer en cada persona privada de libertad a un ser humano con historia, con emociones, con heridas, pero también con capacidad de cambio, dignidad y derecho a ser escuchado.

¿Cómo lo llevamos a la práctica?

🔹 Tratamos con nombres, no con números: Llamamos a cada persona por su nombre, no por su expediente ni su condena. Escuchamos su historia, no solo su sentencia.

🔹 Creamos vínculos reales: No ofrecemos atención asistencialista ni puntual: construimos relaciones humanas sostenidas, basadas en el respeto, la empatía y la confianza.

🔹 Diseñamos itinerarios personalizados: Cada persona tiene un camino diferente. Adaptamos nuestros programas y apoyos a sus capacidades, necesidades y contextos reales.

🔹 Fomentamos la expresión y la identidad: A través del arte, la escritura, el diálogo y el acompañamiento emocional, ayudamos a reconstruir la autoestima y la narrativa propia.

🔹 Luchamos contra el estigma social: Realizamos acciones de sensibilización para que la sociedad vea a las personas privadas de libertad no como “exconvictos”, sino como ciudadanos con potencial y derecho a comenzar de nuevo.

🔹 Establecemos una red de apoyo constante: Acompañamos antes, durante y después del proceso penitenciario, porque humanizar también es estar cuando más se necesita.